Érase una vez una ciudad apacible, pero un día en el cementerio la tierra se movia y salieron zombis de sus tumbas, se fueron a la ciudad para morder a la gente, cuando llegaron a la ciudad se repartieron y mordieron a mucha gente y se hicieron muy grandes. Después se transformaron en un gran gigante, pero alguien vino que le llamaban el matador de zombis y cuando vio al gigante supo que tenía que utilizar otra arma más poderosa, la llenó de gasoil y apretó el gatillo y lo mató con el fuego.
Francisco Antoni Fodor
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